Bienvenidos al futuro de la gestión: Presentamos Cobrify, nuestro nuevo ERP Simbiótico

En Alma Quinta, la innovación y el desarrollo de software son el núcleo de lo que hacemos. Hoy, estamos orgullosos de anunciar un hito importante: nuestro proyecto Cobrify está siendo desarrollado gracias al cofinanciamiento de ProInnóvate, el programa del Ministerio de la Producción que promueve la innovación tecnológica.

Este apoyo no solo valida nuestra visión, sino que acelera nuestra misión de transformar la gestión empresarial en el Perú.

¿Qué es Cobrify?

Cobrify es nuestra plataforma diseñada para revolucionar la gestión y cobranza digital. Es nuestro sistema de Planificación de Recursos Empresariales (ERP) simbiótico, enfocado en la automatización de procesos de cobranza y la comunicación con clientes. Cobrify ofrece una solución flexible para simplificar procesos, reducir costos y mejorar la comunicación.

Nacido de una necesidad real en Alma Quinta

La idea de Cobrify no es nueva; nació en 2022 de nuestra propia experiencia. Con el crecimiento sostenido de nuestro servicio de Hosting y Dominios, nos enfrentamos a la necesidad de automatizar nuestra propia facturación y gestión de clientes.

Como explica nuestro Gerente, José Carlos Tamayo: “Nuestro objetivo en ese momento fue tener una herramienta flexible que centralizara las cobranzas, comunicaciones y renovaciones en un solo sistema, reduciendo horas hombre y errores administrativos”.

Vimos la necesidad y decidimos construir la solución.

¿Qué hace a Cobrify diferente?

A diferencia de los ERP tradicionales, Cobrify está diseñado con características innovadoras que lo convierten en una solución integral. Sus funciones clave incluyen:

  • Integración de pagos: Permite conectarse con múltiples pasarelas de pago desde una misma plataforma.
  • API abierta: Una Interfaz de Programación de Aplicaciones que permite a Cobrify conectarse con servicios de terceros, mejorando el sistema continuamente.
  • Comunicaciones automatizadas: Envía notificaciones de cobranza, renovaciones o vencimientos por correo, WhatsApp y otros canales digitales.
  • Modelo de negocio flexible: Se adapta a diferentes empresas, gestionando tanto servicios one-shot como renovables.
  • Red de aliados: Incluye un sistema para aliados comerciales y resellers, permitiendo ampliar la red comercial mediante comisiones por ventas.

Un impulso clave gracias a ProInnóvate

El financiamiento de ProInnóvate ha sido clave en esta etapa del desarrollo.

Desde Alma Quinta, queremos destacar el valor de este apoyo: “Ha sido una gran ayuda poder contar con este apoyo. Sin el respaldo de ProInnóvate, el desarrollo habría sido mucho más largo. Este tipo de programas demuestra que cuando el Estado y la empresa privada trabajan juntos, se logran cosas que por separado serían imposibles”.

Seguimos comprometidos con el fortalecimiento del ecosistema de innovación tecnológica y pronto compartiremos más avances sobre Cobrify.

El sueño de muchos aficionados a los videojuegos es pasar al otro lado de la pantalla: dejar de ser solo consumidores para convertirse en creadores y, eventualmente, vivir de ello. Sin embargo, el camino desde tener una buena idea hasta ver dinero en la cuenta bancaria puede ser complejo. La industria del videojuego es inmensa y competitiva, pero con las estrategias adecuadas, es posible transformar esta pasión en una profesión rentable.
La industria de los videojuegos en Perú está dando un salto cualitativo, y en Alma Quinta nos posicionamos a la vanguardia de esta transformación. A través de nuestro estudio de desarrollo, Gamaru Studio, estamos listos para demostrar que el talento nacional puede crear experiencias profundas, innovadoras y competitivas a nivel global. Nuestra carta de presentación es una promesa de desafío y estrategia: Alberath: The Lost Aeons.
Soñar con crear videojuegos es fácil. Millones de personas encienden sus consolas, PCs o celulares cada día y se sumergen en mundos fantásticos. Pero, ¿cuántos se atreven a pensar en estar detrás de la pantalla? ¿Es una carrera real o solo un hobby? ¿Se puede, en serio, vivir del desarrollo de videojuegos?